Exactamente hoy estamos a un mes justo para correr el maratón de Berlin. ahora mismo me tomo una taza de café antes de salir hácia el gimnasio para entrenar, ayer tuve que suspender el entreno por causas de fuerza mayor y por ello hoy toca machacarse.
Es en éste punto cuando quiero compartir una serie de reflexiones que me acompañan desde el principio de mi preparación, es como poner en una balanza las cosas que llevo mejor y las que llevo peor para que luego sea mas fácil analizar el resultado que obtengamos en Berlin.
Me considero preparado para correr un maratón, eso lo quiero dejar claro si bien hoy por hoy y seguramente por como he afrontado anteriormente mis maratones considero que me puede venir grande la distancia, no por físico inssisto si no porque para correr un maratón hay que tener la cabeza en su sitio y yo hoy tengo dudas y me explico.
anteriormente yo lo que hacía para preparar e un maratón era limitarme a rodar, horas y horas, kilometros y kilometros, concentrado eso si porque mi resto visual me exigía estar siempre muy pendiente del recorrido pero este tipo de entreno me hacía ser muy fuerte y confiar mucho en mi mismo, de hecho me resultaba mas fácil incluso correr una carrera porque me relajaba siguiendo a los corredores sin tener que estar tan pendiente de todo como uando corría solo.
Durante esta preparación gran parte de la preparación ha sido en interior, honradamente, no he sabido sacarle el partido que debía, me resulta muy complicado mantener la concentración en una cinta, una elíptica o una bici estática. Empiezo con intensidad pero pronto la cabeza se me va y me sorprendo a menudo habiendo bajado el ritmo y a partir de ahí no soy capaz de volver a la intensidad que debiera.
Esto es lo que mas me preocupa, en algunas ocasiones Patxi sabe que me voy de los entrenos por un tiempo, aquí no pasa nada pero en un maratón si me voy de la carrera es muy probable que el hombre del mazo aparezca y me caiga con todo el equipo.
Por otro lado y para ser positivo tengo que decir que he aprendido durante este verano a gesstionar mis problemas de mácula y fotofobia, ya lo he dicho en otras entradas, pero esto contrarresta lo que antes he expuesto y es un punto que considero muy a mi favor, de hecho, es lo que creo que ha ayudado a ver progresos en la preparación, eso y que tengo un guía que utilizando un símil futbolero no da un balón por perdido y que siempre está pendiente del mínimo detalle.
En fin me apetecía sincerarme en este blog cuando ya queda tan poco para correr el octavo maratón, por cierto, el 8 es mi número predilecto y el 28 es el número que llevo jugando 14 años a diario en los ciegos sin resultado positivo, pero espero que el 28 de septiembre este número me de suerte y haga un maratón decente.
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