jueves, 26 de junio de 2014

la hora del entrenamiento.

Muchos, bueno la gran mayoría de los que hacemos esto, somos gente corriente y moliente, con un trabajo, una familia y una serie de obligaciones que hacen que muchas veces saquemos tiempo de donde casi no hay para poder entrenar.

Recuerdo de la época en la que corría por mi cuenta, que me sorprendía el amanecer de los fines de semana corriendo en la Casa de Campo, o en cualquier calle de Pozuelo, luego llegaba a casa con unos churitos y ya pasaba el resto del día con la familia. Esos eran los entrenos que a mi me llenaban de verdad, de hecho me satisfacían tanto, que hubo una época en la que apenas acudía a carreras, ya que cuando me planteaba hacerlo llegaba a la conclusión de que lo que realmente me gustaba era lo anteriormente citado, y el hecho de competir me agobiaba.
Eso si, siempre me gustaba correr dos maratones anuales.

Estos días, estoy de vacaciones, a diferencia de la mayoría, yo soy un raro que disfruta madrugando, y eso conlleva que me haya ido a entrenar a las 7 de la mañana que es cuando abre el gimnasio. no es que haya descubierto que a esas horas le coja cariño a la cinta ni a nada de  lo que allí hay, pero si mi estado mental es mucho mas abierto que cuando lo hago por las tardes y siento que me aprovechan mas los entrenns, me recordó a lo que hacía cuando coría solo. En fin, habrá que esperar a un golpe de fortuna y así poder madrugar para hacer lo que a uno le gusta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario